El hotel Provincial, a nuevo: estuvo inactivo durante una década
Recuperan un emblema de Mar del Plata
Será el centro de convenciones más grande de la ciudad; el 7 del mes próximo se hará allí el 23° Festival Internacional de Cine
Miércoles 8 de octubre de 2008
Una vista del hall central del hotel Provincial en medio de los trabajos de reparación
Foto: Mauro V. Rizzi
Por Darío Palavecino
Corresponsal en Mar del Plata
MAR DEL PLATA.- El gigante empieza a despertar. Paso a paso, la imagen del deterioro muta hacia el esplendor. Una batalla que no asoma fácil, pero se vuelve posible a partir de medio millar de obreros que trabajan en forma simultánea, día y noche, desde el subsuelo hasta la azotea, para que el legendario hotel Provincial vuelva a la actividad después de una década y abra sus puertas dentro de un mes, convertido ahora en el gran palacio de convenciones de esta ciudad.
En cada rincón se trabaja al mismo tiempo: reparan paredes, cambian ventanales y aberturas, pulen pisos, impermeabilizan techos, pintan paredes, restauran murales y hasta hay margen para toques de pura artesanía sobre los estucos de las sólidas columnas que distinguen a la joya arquitectónica de Alejandro Bustillo inaugurada hace casi 60 años.
Este colosal emprendimiento privado, que tiene una inversión proyectada de casi 100 millones de pesos, está confirmado como sede principal del 23º Festival Internacional de Cine que se desarrollará aquí a partir del 7 del mes próximo.
En esta primera etapa que afecta unos 35.000 metros cuadrados, la mitad del total del edificio, se habilitarán los accesos principales y el sector de salones destinados a congresos y convenciones. Pero no se descarta que varias decenas de suites puedan estar terminadas para esa fecha, listas para albergar a los primeros y selectos huéspedes.
Una recorrida que realizó LA NACION, la primera que se autoriza desde el inicio de obra, permitió comprobar el notable nivel de deterioro que el edificio presentaba cuando el pasado 18 de julio el gobernador Daniel Scioli entregó las llaves a Hotelera del Mar SA, integrada entre otros por la cadena internacional NH y el empresario Florencio Aldrey Iglesias.
El hotel fue desalojado y cerrado por la Justicia el 28 de diciembre de 1998, en pleno inicio de la temporada estival, por una supuesta deuda del operador privado de entonces en concepto de canon de concesión. Desde entonces sólo tuvo algunas reaperturas parciales.
El reflejo más claro de la desidia y abandono que sufrió el hotel Provincial durante estos últimos años aflora en espacios no intervenidos en esta etapa del proyecto. Por ejemplo, la suite Presidente, en el quinto piso. Paredes descascaradas, revoques podridos que se convierten en polvo con un simple roce con los dedos, vidrios rotos y cielorrasos perforados por las goteras. "Esto era todo así: adentro y peor aún en las superficies exteriores", explica el arquitecto Jerónimo Mariani, integrantes del estudio Mariani-Pérez Maraviglia, que afrontó este desafío de restaurar uno de los edificios símbolo de la ciudad.
Impermeabilizar, entonces, fue el primer paso. Y la renovación total de las cañerías, afectadas por corrosión.
Con la misma vista al mar, apenas un nivel más abajo, el escenario es otro. Más de veinte operarios de distintos gremios dan toques finales a la suite Gobernador, que tiene 1026 m2 con detalles de categoría, living, gimnasio y amplia panorámica a la Playa Bristol. Su última ocupante fue Dorita Ramírez, tía del ex gobernador Eduardo Duhalde, única que sobrevivió algunos meses al desalojo de 1998.
Ese nivel es el más distinguido de los cinco pisos. Las suites de esquina también son notables, con tres dormitorios, cocina y living.
Mariani explica que esta primera etapa del proyecto incluye la restauración y remodelación de ocho salones para congresos y unas 150 habitaciones -el objetivo es ofrecer 400 dentro de cinco años- con una renovación absoluta de todo el servicio de hotelería, que deja el primer piso para ocupar unos 2000 m2 de planta baja.
Preservación
Al igual que ocurrió con la fachada del edificio, restaurada por cuenta del gobierno bonaerense con participación de especialistas de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de Mar del Plata, también algunos espacios interiores deben ser preservados en su totalidad, según se establece en los pliegos de licitación.
El arquitecto Alejandro Novakovsky asesora en la materia para que nada se altere en el lobby, los murales de planta baja que son obra de César Bustillo, hijo de Alejandro; el salón Circular del primer piso, las escaleras y la suite Gobernador.
Pero, más allá de estos espacios, los responsables de la obra tratan de rescatar todos los materiales originales que están en buen estado. Por ejemplo, los pisos de roble de Eslavonia y caldén que ya vuelven a brillar. También buena parte del mobiliario, que es restaurado por la misma empresa, realiza similar trabajo en el Teatro Colón Porteño. Sobreviven en los pasillos las luminarias de bronce, las arañas colgantes en algunas suites y otros equipamientos de interiores, algunos de los cuales son obra del destacado diseñador francés Jean-Michel Frank.
Y se incorporan materiales nuevos sin afectar la imagen. Por ejemplo, los ventanales de doble vidrio. "Hay nuevas condiciones de confort que no existían en otras épocas y hoy resultan indispensables", explica Mariani y exhibe ventanales de PVC que respetan la apariencia de los originales de madera. "La consigna -cuenta- es intervenir en el edificio sin que se note esa intervención."
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?...83275&toi=6264