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Posted Dec 9, 2009, 5:45 AM
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Observando la ciudad
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Join Date: Aug 2008
Location: Ciudad de Rosario - Prov. de Santa Fe - Argentina.
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Originally Posted by maxem 2.0
habrá que construir más barcos guardacostas, ya se estaban construyendo pero seguramente se necesitan más.
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Tendremos que conformarnos con sólo 4 (si es que se hacen):
07/12/09
La Argentina construirá cuatro patrulleros oceánicos para su armada
Fue durante el reciente acto de conmemoración por los 130 años de Tandanor que la Ministra de Defensa, Nilda Garré, expresó: “La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ya tomó la decisión y otorgó el presupuesto plurianual para la construcción en el complejo Tandanor-Almirante Storni de cuatro Patrulleros Oceánicos Multipropósitos (POM)”. “Los POM son navíos que representarán la mayor inversión argentina (600 millones de pesos) en equipamiento naval para la defensa en más de una década, deviniendo en instrumentos centrales para la preservación de la soberanía nacional en nuestro extenso mar territorial y su zona económica exclusiva”, agregó.
La ministra de Defensa fue oradora en el acto por los 130 años de Tandanor junto a Mario Fadel, Presidente del astillero estatizado en el año 2007. Garré recordó también que el Gobierno nacional confió al Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR, formado por Tandanor y el astillero Storni) “la ‘media vida’ del submarino San Juan y la reparación del rompehielos Almirante Irízar”.
Mario Fadel recordó especialmente la historia de Tandanor y habló también de la irregular privatización realizada en los ´90 que derivó en la venta fraudulenta de la planta de Dársena Norte con fines de especulación inmobiliaria y la quiebra del accionista privado. Y agregó que “Los responsables de la operación están procesados y para el año próximo, se espera el juicio oral”. El presidente de Tandanor resaltó el papel de los trabajadores: “Después de la quiebra, unos 150 trabajadores, de los cuáles más de la mitad siguen en el astillero, lograron mantenerlo en actividad hasta que en el 2007 volvió a hacerse cargo de la empresa el Estado”.
En el 2008, el Ministerio de Defensa decidió constituir el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR) integrado por Tandanor y el astillero de submarinos Almirante Storni (ex Domecq Garcia), que a su vez había sido cerrado y desguazado en los ‘90.
En este contexto, la ministra Garré aseguró que la recuperación de los dos astilleros y la conformación del CINAR tuvieron el objetivo de cumplir con el “deber de defender el trabajo argentino e impulsar el desarrollo de las capacidades de nuestra industria naval”. “De la situación de quiebra virtual en la cual se encontraba la empresa (Tandanor) hace más de dos años, actualmente ocupa a 530 trabajadores en forma directa junto a unos 700 subcontratistas”.
Asimismo, Garré destacó que la cartera a su cargo impulsó acuerdos con la Universidad de Buenos Aires para la capacitación de jóvenes trabajadores, a través de una tecnicatura en Ingeniería Naval con prácticas en Tandanor, que en el futuro se dictará en el CINAR.
Para la construcción de las POM se decidió compartir tecnología con Chile (donde al emprendimiento se lo denomina con las siglas PZM o PAM), puesto que esta acción ayudará a reducir costos y permitirá en el futuro diseñar un patrullero que podría ser comercializado en otros países de América Latina.
La primera unidad argentina debiera estar finalizada en un plazo máximo de 24 meses mientras que las siguientes unidades demandarían entre 6 y 8 meses a posterior de cada entrega.
Antecedentes del proyecto POM
La iniciativa del Patrullero Oceánico Multipropósito (POM), que llevan adelante Argentina y Chile, fue presentado originalmente en 2004. Desde aquel momento Chile lo viene llevando adelante (ya ha construido dos buques con dos más previstos), pero la Argentina lo tuvo que postergar por problemas financieros y por lo que luego fue la obligada transición administrativa y operativa de manos privadas a estatales de los astilleros en el 2007.
El 27 de septiembre de 2007 tuvo lugar en el Simposio de Producción e Investigación para la Defensa (SINPRODE) que se llevó a cabo aquel año, una jornada temática denominada “Construcción de Patrulleros Oceánicos Multipropósito. En la oportunidad se dieron una serie de charlas sobre el inicio de la construcción de cinco buques patrulleros para la Armada Argentina. En aquella ocasión el Capitán de Navío Palma realizó una exposición en la que resaltó las exigencias del Almirantazgo para prestaciones que tendrían que cumplir estos buques. Luego expuso un integrante de Fassmer con una presentación institucional del astillero alemán, y luego habló el Presidente del Astillero Río Santiago, Julio Urien.
La Armada de Chile finalizó la primera etapa del proyecto Danubio IV el 27 de agosto de 2009 con la incorporación al servicio del segundo Patrullero de Alta Mar OPV 82 “Comandante Toro”. Antes se había botado el OPV 81 “Piloto Pardo” con fecha 14 de junio de 2007.
El Ministerio de Defensa del país trasandino reveló que se contemplan dos unidades más de similares características para el área norte de Chile, con puerto base en Iquique, y una última para Punta Arenas. La construcción de estas nuevas unidades podrán comenzar una vez esté en el agua en buque oceanográfico “Cabo de Hornos”.
Con esta mayor capacidad operativa Chile puede supervisar lo que sucede en el mar presencial y, al mismo tiempo, mejorar las labores de búsqueda y rescate en un área marítima cercana a los 27 millones de kilómetros cuadrados, que le corresponden a Chile de acuerdo a convenios internacionales, espacio que se extiende más allá de la Isla de Pascua.
También se aumenta el control y combate de la contaminación acuática, se contribuye al mantenimiento de la señalización marítima y presta apoyo logístico a zonas aisladas.
Imágenes pertenecientes a Iquique TV (chile) en la que se puede ver en acción el OPV 81 "Piloto Pardo" (gemelo del OPV82 "Comandante Toro").
• Video Link
Una interesante animación computarizada, realizada por los astilleros ASMAR, en la que se aprecian algunas de las funciones operativas que cumplen las OPV / PZM de la Armada de Chile.
• Video Link
Caracteristicas de los POM
Los POM se basan en el diseño alemán de Fassmer, el mismo que fuera seleccionado por la Armada de Chile. Estos buques tendrán una eslora de 80 metros y un desplazamiento de 1.850 toneladas. Serán propulsados por una planta combinada diesel eléctrica-diesel, que le permitirán navegar el 65% del tiempo a velocidades de entre 1 y 5 nudos, brindando una velocidad máxima de 20 nudos con el 85% de su planta motriz. Tendrán una plataforma para operar helicópteros del tipo Fennec y Alouette, permitiendo el uso de helos del tipo AB-412, poseerán un hangar fijo. El armamento consistirá en un cañón Bofors 40mm/70 y seis ametralladoras MG de 12,7m/50.
Serán tripulados por 34 marinos y tendrán capacidad para 16 personas más, podrán operar hasta 30 días corridos y tendrán una autonomía de 12.000 millas naúticas. Podrán navegar en aguas subantárticas, permitiendo cubrir las necesidades de la Patrulla Antártica Naval Combinada, junto a la Armada de Chile.
El diseño de este buque se basa en los patrulleros BGS (Bundesgrenzenschutz) diseñados por Fassmer y construidos en el astillero Abeking & Rasmussen (Alemania), entre el 2001 y 2004, para la Policía Marítima de Alemania.
En el caso chileno, fueron construidos por los astilleros Asmar de Talcahuano.
Clip institucional de los Astilleros ASMAR (chile)
• Video Link
Como para que no se generen confusiones con las diversas siglas expresadas en este tag, las he agrupado con su correspondiente significado.
OPV: Offshore Patrol Vessel (Barco para patrulla costera).
POM: Patrullero Oceánico Multipropósito.
PAM: Patrullero de Alta Mar.
PZM: Patrullero de Zona Marítima.
Blog Universo Armas en Perfil.
Veremos que sucede...
30/11/09
“Milla 201”: una zona de incertidumbre para el futuro de la pesca argentina
El reciente seminario realizado en el Centro Naval de la ciudad de Buenos Aires sobre la ampliación de la plataforma continental, más estrictamente la jornada dedicada a la visión empresaria sobre la extensión de la Plataforma en el aspecto específico de la pesca, puso sobre el tapete lo que está ocurriendo en el área adyacente de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE).
Potero Viejo.
A la ponencia del presidente de la Fundación NUESTROMAR Daniel Molina Carranza, siguió un intenso y polémico debate, que la escasez del tiempo impidió profundizar, como hubiera sido deseable, en virtud de la importancia e interés que los temas abordados despertaron.
Con la aspiración de contribuir al esclarecimiento del actual estado de la cuestión, encontramos útil aportar algunos datos, elementos de juicio y conclusiones sobre el particular.
¿Qué dice la CONVEMAR?
La Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar (CONVEMAR) claramente que el espacio externo adyacente a la ZEE forma parte de la “alta mar”. En ella, los países tienen derecho, entre otros, a la libertad de navegación, la investigación científica y la pesca.
En los últimos años la pesca en esas porciones de los océanos se ha intensificado, representando poco menos del 10% de la pesca total mundial. En el caso de Argentina esa relación es diferente, en parte por poseer una de las plataformas submarinas naturales más amplias del mundo, que se extiende a más de 200 millas náuticas desde nuestras costas, es decir fuera de la ZEE. Las estimaciones más conservadoras de los volúmenes de pescado extraídos en las aguas adyacentes a nuestra ZEE superan muy largamente al 10% de lo capturado dentro de esta última. Se trata, además, de los mismos recursos.
Con respecto a la pesca en la alta mar, la CONVEMAR insta a los estados a cooperar entre sí, con miras a tomar las medidas necesarias para la conservación de los recursos vivos. “Con esta finalidad cooperarán”, dice en el artículo 118, “según proceda, para establecer organizaciones regionales o subregionales de pesca”.
Siguiendo los lineamientos de la CONVEMAR, se han conformado numerosas Organizaciones Regionales de Pesca (ORPs), ordenamiento que va avanzando inexorablemente. A título de ejemplo cercano, vale la referencia al Atlántico Sudoriental, región en la que ya está funcionando un sistema regulatorio.
La situación en el Atlántico Sudoccidental, nuestra área de interés, presenta particularidades que la hacen única y especial, y en la que se suman a las características oceanográficas e hidrográficas, complejos factores de carácter político, en un tema muy sensible al interés y sentir nacional.
La pertinaz actitud británica de reforzamiento de la ocupación ilegal y por la fuerza de nuestras Islas Malvinas, negando toda posibilidad de diálogo serio sobre las cuestiones de fondo, ha sido el mayor obstáculo para avanzar en materia pesquera, paralizando incluso algunas iniciativas como la del establecimiento de una Comisión de Pesca del Atlántico Sur, creada en su momento por el Tratado de Madrid.
Por el contrario, los británicos, a través del ilegítimo gobierno de ocupación de las Malvinas, establecieron normativa para otorgar permisos de captura en las denominadas (por ellos) “zonas de conservación”, interior y exterior en torno a las Islas (FICZ y FOCZ). Esto, contrariando la resolución 32/49 de Naciones Unidas que insta a ambas partes a abstenerse de adoptar modificaciones unilaterales mientras dure el proceso de descolonización recomendado por las resoluciones de esa organización.
Para agravar aún más la situación, en el límite noroeste de la FOCZ, en una estrecha área denominada por ellos GAP, los británicos han vendido también licencias de pesca.
Pese a que los Acuerdos de Madrid dejaban de lado las cuestiones de soberanía y las partes se ponían de acuerdo para progresar en el tema pesca, las cosas fueron volviéndose cada vez más insostenibles para los legítimos intereses argentinos.
Durante los últimos años, la política exterior argentina experimentó un giro respecto de lo sostenido en los años 90, tensándose las relaciones con Gran Bretaña y retrocediéndose en el aspecto pesquero. El argumento, comprensible, es que no se puede negociar un acuerdo con Gran Bretaña, en base al reconocimiento de un estatus de “país ribereño” en la región, por tratarse de una potencia que ejerce una ocupación ilegítima.
A mar revuelto, ganancia de pescadores…, no declarados, no controlados…
Aprovechando la incapacidad de organizar la región o subregión de manera coherente, grandes flotas de otras banderas se hacen presentes, año tras año en la milla 201 de la ZEE argentina para pescar sin control alguno, una de las principales especies del caladero, que migra fuera de nuestra zona de explotación económica exclusiva.
¿Quién es el más perjudicado en esta situación? Sin dudas, la República Argentina, que no logra evitar que en el área se sobreexploten especies transzonales, con la consecuente afectación del recurso, y de los niveles de captura en la Zona Económica Exclusiva.
Información de los últimos días, justamente, da cuenta de la reciente zarpada de pesqueros extranjeros – en este caso desde Montevideo- con destino al “área adyacente” a la ZEE argentina, para iniciar la habitual temporada de pesca de calamar illex. Se trata de una práctica excesivamente temprana, y por tanto contraindicada por los organismos técnicos, que se repite año tras año.
Enormes flotas de buques poteros, la mayoría provenientes de países asiáticos capturan fuera de control, utilizando prácticas y sistemas de pesca inadecuados, y cambian de bandera, de nombre o de identificación con suma facilidad para no ser reconocidos.
Esas flotas, además, atentan contra la subsistencia de la flota potera argentina, sobre la que ejercen una competencia desleal, ya que en nuestro país se pagan derechos de exportación por el calamar, derechos de pesca y sueldos varias veces superiores a la mísera paga que efectúan los armadores asiáticos a sus tripulaciones, al tiempo que se cumple con todas las disposiciones de la OIT y de las exigentes leyes laborales argentinas.
También es constante la presencia de la flota arrastrera española, tanto en el área adyacente, como en la propia ZEE, en este caso sin permiso otorgado por la autoridad competente, ya sea con pabellón propio como ajeno, incluido -como en el caso del “John Check”-, una bandera sin reconocimiento internacional.
Poteros pescando calamar en el Atlántico Sur
Otro actor estratégico: La Unión Europea
Veamos cual es la posición de la Unión Europea, importante actor en esa área pesquera.
En el año 1995, luego de seis reuniones de trabajo llevadas a cabo durante dos meses, se adopta en Nueva York el “Acuerdo sobre las Disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre derecho del Mar relativas a la conservación y ordenación de las poblaciones de especies traszonales y las poblaciones de peces altamente migratorios”, al que se denomina “Acuerdo de Nueva York”.
En 2001, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de la ONU, aprobó un cuarto plan llamado “Plan contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”. En dicho instrumento, se establecieron normas para el seguimiento, control y vigilancia de los buques pesqueros, y conceptos sobre responsabilidad que le cabe a los estados ribereños, de pabellón y de puerto.
Invocando el apoyo a los esfuerzos de la FAO, la Comunidad Europea decidió integrar tales conceptos a la política marítima comunitaria. En el caso particular del Atlántico Sur decidieron ordenar y controlar la actividad desarrollada por pesqueros de la unión.
La acción europea no se limita por cierto a la pesca, sino que se extiende al estudio de los fondos marinos y los recursos biológicos. No fue por casualidad que la primera campaña del moderno buque oceanográfico español “Miguel Oliver”, de cuya ejecución se dio cuenta en este sitio, se realizó en aguas del Atlántico Sur.
Esto podría traducirse por ejemplo, en que la UE comience a entregar a los buques comunitarios, permisos de pesca para operar en el área adyacente a la ZEE argentina, en base a sus estudios de la zona, y aplicando unilateralmente los criterios para la preservación de los recursos pesqueros y para evitar la “pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”.
¿Qué ha hecho la Argentina mientras tanto?
En un contexto de debilitamiento continuo de la capacidad operativa de las fuerzas navales necesarias para ejercer un control sostenido y constante del área, y de una inaceptable desatención de las tareas de investigación y evaluación de recursos de la pesca, -por obra de irresueltos conflictos gremiales que afectan a los buques del INIDEP y de una decadencia notoria de medios-, la Argentina tomó una serie de resoluciones legales.
En diciembre de 1997se sancionó el Régimen Federal de Pesca, Ley 24922 , que en su artículo 23. Inc. B) crea el “Permiso de gran altura”, que habilita “a buques de pabellón nacional para el ejercicio de la pesca comercial sobre el talud continental, fuera de la Zona Económica Exclusiva, alta mar o con licencia en aguas de terceros países”.
En agosto de 2000, el Poder Ejecutivo Nacional promulgó la Ley 25.290, sancionada por el Congreso de la Nación, aprobando el “Acuerdo de Nueva York” . Sin embargo, hasta el momento no se ha formalizado la ratificación de la norma, por parte del Gobierno Argentino ante la Organización de las Naciones Unidas.
En mayo del 2008 se sancionó una Modificación al Régimen Federal de Pesca Ley 26.386 que exige a aquellos titulares de cuotas de captura o autorización de captura, que acrediten ante la Autoridad de Aplicación la inexistencia de un vinculo jurídico con sociedades que realicen operaciones de pesca en la Zona Económica Exclusiva de la República Argentina, sin el correspondiente permiso, sumando la caducidad de pleno derecho de los permiso, las cuotas, y/o autorizaciones, de aquellos titulares de cuotas de captura o autorización de captura que no cumplan con estos nuevos requisitos.
En el mismo 2008 se presentó el Plan de Acción Nacional para Prevenir, Desalentar y Eliminar la Pesca Ilegal, no Declarada y no Reglamentada (PANINDNR).
La situación actual
La situación en el área adyacente a nuestra ZEE es, cuanto menos, incierta.
Es bien sabido que la actividad en el área es muy intensa. Sin embargo, no existen registros precisos sobre los volúmenes de extracción, ni sobre la totalidad de las especies blanco.
Tampoco es controlable la adhesión de las flotas extranjeras a las normas internacionales de pesca responsable, ni a los derechos de los trabajadores a bordo, quienes según fuentes gremiales locales son sometidos con frecuencia a condiciones de trabajo abusivas, especialmente en buques de países de origen asiático.
En el caso del calamar, las estimaciones de pesca en el área adyacente por parte de estas flotas duplican en volúmenes a las realizadas en nuestra ZEE, constituyendo una competencia desleal que destruye la economía de la flota potera argentina. Tampoco se respetan los condicionamientos de carácter biológico, comenzándose la pesca prematuramente, sobre un recurso que no ha alcanzado el tamaño adecuado.
En cuanto a la modalidad de pesca de arrastre, la mayor flota operativa en el área es española, tanto en buque de pabellón de ese país como de terceras banderas.
La investigación y campañas de evaluación pesqueras las realizan barcos extranjeros con una presencia que desde hace largo tiempo, supera a la de los buques del INIDEP.
Mientras tanto, Uruguay ha firmado un acuerdo de cooperación con Corea para asistir a los buques que operan en nuestra área adyacente, facilitando todo tipo de apoyo a su flota en sus puertos, cuestión que también hemos analizado ya en estas páginas.
Como resultado de una falta de política clara respecto de estas flotas, algunas provincias como Chubut, en el afán de dar movimiento a sus puertos y trabajo a su gente, han permitido desembarques y exportación de calamar de barcos que operaban en esa zona.
Esta inconsistencia en las políticas, podría extenderse incluso a la prestación de servicios de reparaciones navales en astilleros argentinos, de buques extranjeros que pescan en la zona.
En tanto, nuestra presencia pesquera en el área se debilita notablemente por falta de los estímulos imprescindibles.
Resultado de la falta de políticas claras
Como podemos ver, el mero hecho de firmar acuerdos, sancionar leyes, y adoptar actitudes declamativas, no arroja resultados prácticos efectivos para proteger nuestros intereses en el área adyacente a la ZEE.
Mientras nuestra política exterior parece decir “de esto no hablo, por lo tanto no existe”, el resto de los países avanzan arrastrados por la inmediatez y la coyuntura, en busca de las mejores posiciones para cuando, inexorablemente, se regule la actividad. El Congreso Nacional debería tomar buena nota de esta circunstancia.
Hay demasiados indicios de la carencia de una política apropiada para el tratamiento pesquero del área adyacente a nuestra ZEE, y de que esto afecta a nuestro interés nacional.
Es de esperar, que no tengamos que lamentarnos de nuestra imprevisión, y que no veamos a terceros otorgando permisos de pesca o celebrando acuerdos en el área en cuestión, sin tenernos siquiera en cuenta.
Redacción Fundación NUESTROMAR
Saludos.
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@RossoMattone
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