Palacios & Mansiones de Caballito
Con una identidad propia muy potente dentro de Buenos Aires, Caballito se mantiene como una especie de frontera entre el Oeste y el Centro de la ciudad. Hace más de 100 años atrás, se lo conocía como una localidad de mansiones, en combinación entre grandes quintas en terrenos extensos y mansiones entre medianeras Beaux Arts e inglesas, en ese momento novedosas. Con la llegada de la modernidad a mediados del Siglo XX, Caballito se convirtió rápidamente en un barrio densamente edificado, siendo hoy el núcleo de mayor población por metro cuadrado de Buenos Aires, superando a Retiro y Recoleta. Dentro de una variedad amplia de usos, la arquitectura palaciega se notó en la arquitectura residencial, siendo el más imponente el Palacio La Femenil:
Los colegios del barrio fueron al mismo tiempo los que mayor extensión de terreno ocuparon, utilizando estilos arquitectónicos neogóticos ingleses y del norte italiano. Caso aparte es la única gran residencia que queda de los viejos tiempos de Caballito, hoy la Escuela Primera Junta, de estilo Beaux Arts de manual:
Al borde de los límites de Caballito, adentro y sobre el lado del Parque Centenario, se concentraron varios edificios de arquitectura palaciega, como el Museo de Ciencias Naturales, dividido en dos etapas,: la primera de estilo italiano y la segunda en su extensión Art Decó, ambos con motivos de animales esculpidos en el frontis.
Enfrente del Museo está además un edificio bastante llamativo: el Colegio Divino Rostro, en un terreno con forma de boomerang y un cuerpo central circular, todos enmarcados en un estilo italiano extrañísimo:
La monumentalidad también se aplicó a la arquitectura industrial, en este caso en el Gran Depósito Caballito, un tanque de reserva de agua gemelo del palacio del barrio de Villa Devoto:
La serie de palacios y mansiones se completa finalmente con otros ejemplares institucionales, deportivos y culturales: el edificio central del Club Ferro Carril Oeste, la Escuela Rawson en Avenida Rivadavia y República de Indonesia, el Instituto Pasteur en el Parque Centenario, y el Centro Cultural Sureda, escondida enfrente al Parque Rivadavia y hoy un punto relativamente desconocido del Opus Dei en Buenos Aires: