No se hasta que punto la analogía del cinturón con la velocidad se podría utilizar. En pocos segundos podes aumentar de una velocidad aceptable a infringir por mucho la ley, con sólo darle más presión al pie. Para muchos la velocidad es como una droga y cada vez prueban más. Para la gente con dos dedos de frente, el acostumbramiento pasará por no sobrepasar el límite de velocidad, pero para otros será el de ir a 160 hasta que deban disminuir por un control y así sucesivamente con tal de llegar lo más antes posible. Por eso coincido en que la presencia ayuda, pero también el efecto sorpresa es muy disuasorio en la totalidad de la traza.
Saludos.
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@RossoMattone
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