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Anoche fue entrgada una plazuela Baca Ortiz totalmente renovada, pero con ese toque colonial que siempre la ha caracterizado.
La que desde hace tiempo es considerada como "El Garibaldi de Durango[/b]" [/b]seguirá albergando a los intérpretes de la música norteña, los que ahora le harán un campito a los grupos de mariachis y las bandas sinaloenses, según la nueva disposición, pero una novedad que a todos agrada, es que ese lugar será netamente familiar, porque ya no se permitirá el consumo de bebidas embriagantes.
A partir del 21 de febrero del año en curso comenzaron las labores de la restauración total de la plazuela. Según se informó, dentro de las obras que se realizaron se encuentra la construcción de 33 arbotantes de granito y la colocación de siete mil metros cuadrados de piso para andadores.
Además, la plantación de 60 árboles de seis a ocho pulgadas de espesor y seis metros de altura, de las especies trueno y fresno. También se incluyeron diez palmas rubelinas para la decoración de jardines. Se construyeron dos bases para los músicos y seis refugiatones para la parada de autobuses.
En el caso del comercio que allí se localizará, se entregaron 34 puestos comerciales y diez bolerías, todos con el estilo Art Decó. Cada local tuvo un costo aproximado de 25 mil pesos, gasto que estaba considerado dentro del presupuesto de la obra y mismos que serán dados en comodato a los comerciantes.

¿Qué se hizo?

La Plazuela Baca Ortiz ya luce distinta:

-Se construyeron 703 pilastras.

-Plantaron 25 mil plantas y flores de ornatos, además de crear diez arriates en los jardines.

-Instalaron un sistema de riego de aspersión automatizado.

-Restauraron 51 bancas y se construyeron seis más.

-Rehabilitaron el kiosco y la fuente de sodas.

-Instalaron mil 300 metros de barandal.

-Iluminaron artísticamente los jardines, las fuentes y la Columna de la Independencia.