[Ludovico Vitrubio]

Estimado Pablozar:
Con alguna demora (a mi edad te puede pasar de todo, y en efecto, te pasa) te contesto, aunque el comentario de Marcelo MNZ ya ha dado casi todo lo que había para decir. La cortada era, en efecto, un "barrio" en chiquito. En aquel tiempo, en Buenos Aires no se hacían demasiadas diferencias sociales y en la cortada se jugaba un picado con TODOS los que se prendían, especialmente los del conventillo, que eran los mejores jugadores.
No aseguraría que el estilo fuera "colonial" en el sentido que se da a esta palabreja, pero sí que era singularísimo, por que como recuerda Marcelo (¡gracias por aclarar puntos, estimado!) los talleres de Viel Temperley y los negocios daban un aire muy, pero muy singular, que hacía que la cortada pareciera suspendida de la escalera y, así, fuera de toda noción de tiempo y espacio. La placita de arriba (también desapareció, es claro), muy chica, daba enfrente a lo de Bustillo. No es casual que el mejor arquitecto argentino haya elegido ese lugar para vivir y trabajar, por que tenía su estudio en la Planta Baja, si mal no recuerdo.
El estilo del pasaje era completamente distinto al resto del contorno. Eran constucciones antiguas y sin pretensiones, con el estilo propio de las casas "baratas" de entonces (por cierto: mil veces superiores a los departamentos modernos. "Estibaje de cuartos", los llamaba Lugones), que en ningún caso sobrepasaban los dos pisos y planta baja (¿estás de acuerdo Marcelo?) y, casi con seguridad y con la salvedad del garage y taller de Viel Témperley, de fines del siglo XIX.
De adolescente, iba al Kumazawa y me daba una vueltita por lo de Bustillo, o me encontraba a veces con algún viejo compinche del fútbol infantil, que ya rumbeaba su vida fuera del barrio. Si la memoria no me falla, el pequeño barrio se sabía "condenado" de antemano por el "ensanche", como dicen los gallegos, es decir, por el trazado futuro de la 9 de Julio, y quien podía, se las tomaba con viento fresco para que no lo agarrara la demolición. Tal vez Marcelo sepa un poco más de eso que yo.
Mis viejos compinches de la calle me contaban que existía un plan de -creo- la Comisión Municipal de la vivienda para reubicar al que quisiera.
Por ahí nomás había, uno sobre Libertador y otro creo que sobre Cerrito, unos barcitos menos que aconsejables, donde nos juntábamos con amigos (yo era de otro barrio, pues venía de Callao y Melo, donde todavía vivo, ... 50 años después) para despedir la jornada de judo o fútbol o.... la jornada.
No me acuerdo más. Mis cordiales saludos al Foro.