Por el subte, Alem pierde árboles
Las tipas del bulevar serán trasladadas al Parque Indoamericano, en Lugano. A partir de marzo, habrá nuevos carriles para autos.
Ingeniería verde. En la zona de Retiro, los carteles advierten que comienzan los traslados de los árboles.
Leandro Alem, la principal avenida del Bajo porteño, cambiará su paisaje a partir de febrero. No perderá su clásica recova, pero se quedará sin los árboles que vistieron sus bulevares desde mediados del siglo pasado. Se trata de las cuarenta tipas que ya comenzaron a ser trasladadas al Parque Indoamericano, en Lugano. Las especies, con un promedio de edad de sesenta años, abandonarán la superficie de Alem por las obras de extensión de la Línea E, que unirá Plaza de Mayo con Retiro a través de 2.300 metros de túneles. Los trabajos, con un costo aproximado de 350 millones de pesos, ampliarán el trayecto que, desde 1986, conecta al centro porteño con la estación Plaza de los Virreyes, en el barrio de Flores.
Cerca de ese arrabal del sur porteño ya respiran algunos de los árboles que, hasta hace pocos días, dieron un poco de oxígeno a una de las principales arterias del microcentro. Para marzo, la calle quedará idéntica, pero sin árboles. Para ese momento todas las obras que actualmente obstaculizan el tránsito no serán visibles. Según fuentes de la Secretaría de Transporte de la Nación, “la nueva línea es construida con el sistema cut & cover”, un método que permite construir primero los apoyos laterales, luego ponerles techo y, con la correspondiente liberación del tránsito, las obras seguirán bajo tierra. Por esa razón, las clásicas tipas ya no pueden seguir allí.
La extensión contará con tres estaciones: Retiro, Catalinas y Correo Central. Frente al histórico Palacio de Correos y Telégrafos, la avenida ya está por ser repavimentada. Allí había nueve árboles. Sólo siete sobrevivieron. Los otros dos fueron talados y en su lugar, “serán compensados con 160 jacarandás que plantaremos en distintos puntos de la ciudad”, explicaron voceros del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, la cartera porteña que coordinó el traslado de los árboles junto con el Grupo Roggio, el holding concesionario de la red de subtes que tiene a su cargo la ejecución de las obras.
En el caso de la Estación Catalinas, que estará a una cuadra de la esquina de Alem y Córdoba, serán extirpadas veinte tipas con un promedio de sesenta años de edad. Sin embargo, hay ocho que dejarán de existir. En su lugar, la pérdida se compensará con otros 160 jacarandás, cuya ubicación es, por ahora, un misterio.
El proceso de remoción de los árboles fue muy similar al traslado de 30 palos borrachos que fueron plantados en los bulevares de avenida 9 de Julio Sur. “Primero les cortamos las ramas, luego redujimos sus raíces y finalmente los sacamos con un terrón en su base para garantizar el transplante con éxito”, explicaron los expertos de la Dirección de Arbolado Urbano de la comuna. Para los ejemplares que sobrevivieron se trata de una buena noticia: salieron de una vereda gris, llena de smog, para terminar su ciclo en un espacio verde. El problema queda para Alem, que desde marzo quedará sin ninguna especie arbórea.
El plan no es nuevo. El primer proyecto para extender la Línea E arrancó en 1998, pero la crisis lo paralizó. En 2007 hubo una nueva licitación y las obras comenzaron a fines del año pasado. En esos dos años, los constructores tuvieron que ingeniárselas para superar dos antiquísimos caños pluviales que datan de 1800 y 1900. Según la memoria técnica de la obra, las nuevas estaciones permitirán captar la demanda de pasajeros en puntos de concentración crítica, ya que permitirá la combinación con la Línea C, con tres terminales ferroviarias (Mitre, Belgrano Norte y San Martín) y con la Terminal de Ómnibus de Retiro. En la estación Correo Central combinará con la Línea B y de ese modo brindará servicio a la demanda proveniente de edificios de oficinas en la zona de Catalinas, Retiro y al área de Puerto Madero.
El objetivo de los constructores es que la Estación Correo Central esté terminada para el 25 de Mayo de este año, la fecha cúlmine del Bicentenario. Para ese momento, el Palacio de Correos estará remodelado como el centro cultural de la conmemoración. Pero faltarán más de dos años para que la extensión de la línea funcione. Su inauguración está prevista para 2012.
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