Claudia-Cba
Apr 9, 2009, 5:59 AM
Polémico muro para proteger a los habitantes de barrio exclusivo
Lo mandó construir el intendente de San Isidro, pero recibió un rechazo generalizado.
Corresponsalía
Buenos Aires. A pedido de 33 propietarios del exclusivo barrio de La Horqueta que se sentían inseguros, el intendente de la localidad bonaerense de San Isidro, Gustavo Posse, dispuso la construcción de un muro sobre el límite que separa a ese distrito de su vecino San Fernando, y provocó la reacción de vecinos, funcionarios y dirigentes políticos que casi unánimemente salieron a cuestionar la medida.
Anoche, el propio Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior, le pidió a Posse que dejara sin efecto la medida, al considerarla "una decisión incorrecta que atenta contra la democracia, la Constitución Nacional y la convivencia".
El paredón, que se erigirá a lo largo de 1.600 metros sobre la calle Uruguay, fue proyectado por el jefe comunal con el objetivo de combatir la inseguridad de la zona, pero su colega de San Fernando, Osvaldo Amieiro, lo calificó como un ejercicio de "discriminación y xenofobia" y presentó un recurso de amparo para evitar que continúe la construcción. Sucede que el muro en cuestión dejará a los vecinos de la sanfernandina Villa Jardín sin el acceso a las escuelas, organizaciones sociales, y comercios que queden del otro lado, ya que La Horqueta quedará virtualmente blindada por el paredón.
Desde el gobernador Daniel Scioli, hasta el jefe de Gabinete, Sergio Massa, pasando por el candidato a diputado por el peronismo disidente, Francisco De Narváez, la dirigencia política se opuso rotundamente a esta medida, que consideró discriminatoria. "La vida y la seguridad de los más humildes vale tanto como la de los sectores más pudientes" dijo Scioli, tras advertir que "la inseguridad se combate con más inclusión y no con discriminación".
Polémica creciente. Posse ratificó que la construcción del muro no se detendrá, y justificó esta decisión en la necesidad de eliminar lo que definió como "uno de los corredores por donde pasan los delincuentes". Sin embargo, Amieiro explicó que no existe un indicador de "zona caliente" en el barrio, al que definió como "de arraigo y mucha identidad". La calle Uruguay marca el límite entre estos dos partidos de la zona norte bonaerense, pero también refleja dos realidades opuestas que hasta ahora parecían convivir sin sobresaltos. Del lado de San Fernando se ubica Villa Jardín, una barriada sencilla habitada por familias de trabajadores, y del otro, el exclusivo La Horqueta, con sus casonas inmensas, reveladoras de cierta opulencia, habitado por 2.300 familias. Los sucesivos robos y agresiones que se registraron en esta zona –acaso una de las más custodiadas por la policía, y provista de alarmas, rejas y demás medidas de protección– hicieron que los vecinos se organizaran y plantearan exigencias al intendente Posse, quien parece haber encontrado en los muros una opción más rápida y "funcional" que desarrollar políticas de Estado en materia de seguridad.
"El muro no es contra los vecinos de San Fernando ni del municipio, ya que somos amigos; el problema es eliminar ese corredor, en esa zona que queda expuesta a la autopista y el acceso a Tigre", se justificó el intendente Posse.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/09/04/09/secciones/politica/nota.asp?nota_id=505972
Tapemos el sol con las manos... :sly:
Lo mandó construir el intendente de San Isidro, pero recibió un rechazo generalizado.
Corresponsalía
Buenos Aires. A pedido de 33 propietarios del exclusivo barrio de La Horqueta que se sentían inseguros, el intendente de la localidad bonaerense de San Isidro, Gustavo Posse, dispuso la construcción de un muro sobre el límite que separa a ese distrito de su vecino San Fernando, y provocó la reacción de vecinos, funcionarios y dirigentes políticos que casi unánimemente salieron a cuestionar la medida.
Anoche, el propio Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior, le pidió a Posse que dejara sin efecto la medida, al considerarla "una decisión incorrecta que atenta contra la democracia, la Constitución Nacional y la convivencia".
El paredón, que se erigirá a lo largo de 1.600 metros sobre la calle Uruguay, fue proyectado por el jefe comunal con el objetivo de combatir la inseguridad de la zona, pero su colega de San Fernando, Osvaldo Amieiro, lo calificó como un ejercicio de "discriminación y xenofobia" y presentó un recurso de amparo para evitar que continúe la construcción. Sucede que el muro en cuestión dejará a los vecinos de la sanfernandina Villa Jardín sin el acceso a las escuelas, organizaciones sociales, y comercios que queden del otro lado, ya que La Horqueta quedará virtualmente blindada por el paredón.
Desde el gobernador Daniel Scioli, hasta el jefe de Gabinete, Sergio Massa, pasando por el candidato a diputado por el peronismo disidente, Francisco De Narváez, la dirigencia política se opuso rotundamente a esta medida, que consideró discriminatoria. "La vida y la seguridad de los más humildes vale tanto como la de los sectores más pudientes" dijo Scioli, tras advertir que "la inseguridad se combate con más inclusión y no con discriminación".
Polémica creciente. Posse ratificó que la construcción del muro no se detendrá, y justificó esta decisión en la necesidad de eliminar lo que definió como "uno de los corredores por donde pasan los delincuentes". Sin embargo, Amieiro explicó que no existe un indicador de "zona caliente" en el barrio, al que definió como "de arraigo y mucha identidad". La calle Uruguay marca el límite entre estos dos partidos de la zona norte bonaerense, pero también refleja dos realidades opuestas que hasta ahora parecían convivir sin sobresaltos. Del lado de San Fernando se ubica Villa Jardín, una barriada sencilla habitada por familias de trabajadores, y del otro, el exclusivo La Horqueta, con sus casonas inmensas, reveladoras de cierta opulencia, habitado por 2.300 familias. Los sucesivos robos y agresiones que se registraron en esta zona –acaso una de las más custodiadas por la policía, y provista de alarmas, rejas y demás medidas de protección– hicieron que los vecinos se organizaran y plantearan exigencias al intendente Posse, quien parece haber encontrado en los muros una opción más rápida y "funcional" que desarrollar políticas de Estado en materia de seguridad.
"El muro no es contra los vecinos de San Fernando ni del municipio, ya que somos amigos; el problema es eliminar ese corredor, en esa zona que queda expuesta a la autopista y el acceso a Tigre", se justificó el intendente Posse.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/09/04/09/secciones/politica/nota.asp?nota_id=505972
Tapemos el sol con las manos... :sly: