Pablozar
Aug 7, 2008, 1:58 PM
RENACE UN EMBLEMA DE LA ZONA DEL DELTA
Tigre Belle Époque
Símbolo del antiguo pueblo, el Tigre Hotel vuelve al ruedo. Demolido en la década del cuarenta, será el modelo de un nuevo emprendimiento comandado por Juan Pablo Lafosse y el arquitecto Alejandro Hug. El cinco estrellas tendrá 260 plazas, tres veces más lugar que el que existe en toda la ciudad. Planean tenerlo listo para mediados de 2010, en tiempos de los festejos por el Bicentenario.
http://www.cronista.com/adjuntos/8/imagenes/000/101/0000101255.jpg http://img379.imageshack.us/img379/2382/tigrezl1.jpg
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Si el Puerto de Frutos recibirá este año a Casa FOA, si los turistas extranjeros y locales deambulan del casino al parque de diversiones, si la ciudad se ve pujante en emprendimientos residenciales, ¿por qué no había de rescatarse la esencia de Tigre corporizada en un hotel para sostener el afluente de visitas?
Según indican las estadísticas municipales, Tigre es el segundo destino en cantidad de visitantes de la Argentina: recibe a más de 5 millones de personas al año, de los cuales 600 mil son extranjeros. Con esta afluencia turística, resultaba incomprensible que esta ciudad cuente con menos de 100 plazas hoteleras, mientras que otras zonas mucho menos visitadas como Pilar, disponen actualmente de más de 700 plazas, pone en situación Juan Pablo Lafosse, desarrollador y director comercial del proyecto del Tigre Hotel, el emprendimiento hotelero cinco estrellas que planean tener listo para mediados de 2010, tiempo de bicentenario, óptimo terreno para celebrar la apertura de un edificio que rescatará el espíritu del antiguo hospedaje homónimo.
Lafosse fundó la compañía de viajes Asatej junto a dos socios y tras posicionarla en el mundo, su vínculo con la industria turística se extendió en organizaciones internacionales por más de dos décadas. Hoy, el Tigre Hotel lo desvela así como otro proyecto de rescate, el del buque Ciudad de Paraná que se transformaría en hotel de 120 camarotes.
Con una inversión de u$s 15 millones, Lafosse indica que su inserción en un Tigre que sólo tenía hasta ahora hotelería de tipo boutique, tiene que ver con una necesidad dado que el Partido de Tigre posee una increíble demanda insatisfecha, tanto de visitantes turísticos (nacionales y extranjeros) como de visitantes corporativos por no tener plazas hoteleras.
El Tigre Hotel tendrá 260 plazas para paliar esa sensación. Las cifras son elocuentes: hoy sólo dispone de 80 plazas hoteleras, de las cuáles sólo la mitad son de categoría superior.
Se reconoce ambicioso desde su estética, es cierto, pero dicen ellos que no sólo buscan ser coherentes con la arquitectura de la zona, sino también con sus valores locales y su historia. Para quienes somos oriundos de Tigre, ésta es una invalorable oportunidad de revitalizar a la ciudad y de volver a estar orgullosos de un ícono hotelero local, que nunca debió estar ausente, resume Lafosse.
Consultado sobre las otras obras de la zona que suman al crecimiento de la localidad, destaca las de infraestructura realizadas y en actual ejecución en el partido (como el Camino de los Remeros que ayuda a descongestionar las arterias céntricas o el cuidado paisajístico de la ribera), así como los desarrollos residenciales y comerciales que se están llevando adelante en la zona de Rincón de Milberg y sobre el río Luján serán muy positivos para su desarrollo, considera y agrega: Creo, asimismo, que es el momento ideal para desarrollar un importante polo de edificios corporativos, ya que tanto para los habitantes del partido como para los de cualquier otra localidad, Tigre es un lugar ideal para trabajar, por su entorno, por sus accesos y por su cercanía con toda la Zona Norte y la ciudad de Buenos Aires.
Rescate emotivo
Emblema de la Belle Epoque, el antiguo Tigre Hotel será modelo de lo que vendrá en este emprendimiento. Construido en 1890 se destacó entre los más lujosos de América Latina por su morfología inglesa y francesa que recreaba sin p
Tanto sus amplias habitaciones como sus salones fueron suntuosamente ornamentados con roble de Eslavonia, boiseries, escaleras y columnas revestidas con mármol de Carrara especialmente importados desde Europa junto a los espejos, las arañas de bronce, los caireles, las alfombras, la cristalería, la mantelería y los muebles, cuentan los desarrollistas del Tigre Hotel actual.
Un patio andaluz, un jardín de invierno enfrentado al río y el diseño paisajístico, ¡cómo no!, con el sello de Carlos Thays dominaban sus exteriores. Mientras que, por dentro, todo remitía al estilo bon vivant de sus huéspedes: había un salón de billar, otro para fumar puros, una nutrida sala de lectura, cancha de tenis, cancha de crocket, una mini cancha de golf y hasta una pista de patinaje.
Durante décadas fue elegido por la elite porteña para veranear, especialmente desde 1927, año en que se abrió el Casino. Las regatas sobre el río Luján y los bailes de máscaras durante los carnavales eran clásicos así como las visitas de personalidades de la cultura y la política nacionales y extranjeras, completan. Basta con mencionar que aquí se hospedaron Anatole France, la infanta María Isabel Francisca de Asís y Borbón, Pedro Montt, Isadora Duncan, Enrico Caruso, el filósofo Keyserling, y el príncipe de Gales Eduardo de Windsor, entre muchos otros. Fue desmantelado en la década del 40, pero su espíritu quedó en el aire. Las nuevas generaciones vienen a su rescate, aunque en nuevo predio situado ahora sobre 3.800 m2 en el casco histórico de la ciudad, sobre el Paseo Costanero Lavalle Paseo Victoria.
Los servicios seguirán poniendo el acento en la buena vida: un restaurante de categoría internacional para 180 cubiertos; un SPA Fitness Center con sala de gimnasio, sauna y masajes; una piscina interior con bar y una exterior climatizada, además de business center y 650 m2 destinados a salones para eventos sociales y de negocios, con capacidad para 600 personas (recordemos que el público corporativo con estadas cortas en la zona es uno de los principales destinatarios del emprendimiento) formarán parte del exclusivo mundo del Tigre Hotel.
El sostén corporativo del proyecto se apoya en datos precisos: hay 650 empresas actualmente instaladas en el partido de Tigre, de las cuales el 87% recibe visitantes tanto del exterior como del interior del país, generando las empresas más grandes hasta 30 noches de producción mensual y las más pequeñas, entre 5 y 10 noches, aseguran los desarrolladores.
De acuerdo con cifras oficiales, el 98% de los visitantes corporativos se aloja mayoritariamente (91%) en hoteles de la ciudad de Buenos Aires y manifiestan su pesar por la distancia.
En marcha
El arquitecto Alejandro Hug ya está comenzando con las obras, previstas para iniciarse en este segundo semestre del año y con un plan de 18 meses de ejecución por delante.
También nacido y criado junto al río, y en el rol de desarrollador compartido con el de proyectista, dice que la inspiración salió netamente de la formalidad estética del antiguo ejemplar aunque también influyeron otros edificios emblemáticos de la ciudad. Nuestro desafío es mantener la armonía del edificio con la estética y construcciones del casco histórico. Estamos seguros que el nuevo Tigre Hotel será un claro referente de nuestra ciudad, comenta.
El edificio, de estilo ecléctico, tendrá un basamento y cuerpo principal de líneas neoclásicas y su cierre recuerda los remates de la arquitectura de época en el Tigre, explica. Será la fachada, sin duda, la mayor referencia a la formalidad exterior del antiguo hotel, así como también se hallarán las reminiscencias más claras desde la arquitectura de sus espacios comunes como el lobby y el restaurant. El resto será de un diseño más contemporáneo, en virtud de la funcionalidad que un cinco estrellas requiere para nuestros días, destaca Hug.
Respecto de la implantación y su juego para con el río y el resto de los edificios históricos de la zona, los desarrollistas definen al solar como algo único. Es una ubicación que, al mismo tiempo, es parte del centro administrativo y comercial de Tigre y, por otro lado, es el punto donde todos llega y desde donde todo sale de la ciudad. Aquí, llegan la autopista, el tren, los transportes que traen a todo el público que busca el río, los clubes, el puerto, el casino, las islas. Por otro lado, todo arranca aquí: la actividad turística, la de esparcimiento, lo institucional, lo corporativo, lo comercial, lo deportivo, la agenda cultural... Así, sin duda, es el lugar de encuentro y derivación por excelencia del Tigre, definen orgullosos.
Sol Harguinteguy
Para el Cronista
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Tigre Belle Époque
Símbolo del antiguo pueblo, el Tigre Hotel vuelve al ruedo. Demolido en la década del cuarenta, será el modelo de un nuevo emprendimiento comandado por Juan Pablo Lafosse y el arquitecto Alejandro Hug. El cinco estrellas tendrá 260 plazas, tres veces más lugar que el que existe en toda la ciudad. Planean tenerlo listo para mediados de 2010, en tiempos de los festejos por el Bicentenario.
http://www.cronista.com/adjuntos/8/imagenes/000/101/0000101255.jpg http://img379.imageshack.us/img379/2382/tigrezl1.jpg
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Si el Puerto de Frutos recibirá este año a Casa FOA, si los turistas extranjeros y locales deambulan del casino al parque de diversiones, si la ciudad se ve pujante en emprendimientos residenciales, ¿por qué no había de rescatarse la esencia de Tigre corporizada en un hotel para sostener el afluente de visitas?
Según indican las estadísticas municipales, Tigre es el segundo destino en cantidad de visitantes de la Argentina: recibe a más de 5 millones de personas al año, de los cuales 600 mil son extranjeros. Con esta afluencia turística, resultaba incomprensible que esta ciudad cuente con menos de 100 plazas hoteleras, mientras que otras zonas mucho menos visitadas como Pilar, disponen actualmente de más de 700 plazas, pone en situación Juan Pablo Lafosse, desarrollador y director comercial del proyecto del Tigre Hotel, el emprendimiento hotelero cinco estrellas que planean tener listo para mediados de 2010, tiempo de bicentenario, óptimo terreno para celebrar la apertura de un edificio que rescatará el espíritu del antiguo hospedaje homónimo.
Lafosse fundó la compañía de viajes Asatej junto a dos socios y tras posicionarla en el mundo, su vínculo con la industria turística se extendió en organizaciones internacionales por más de dos décadas. Hoy, el Tigre Hotel lo desvela así como otro proyecto de rescate, el del buque Ciudad de Paraná que se transformaría en hotel de 120 camarotes.
Con una inversión de u$s 15 millones, Lafosse indica que su inserción en un Tigre que sólo tenía hasta ahora hotelería de tipo boutique, tiene que ver con una necesidad dado que el Partido de Tigre posee una increíble demanda insatisfecha, tanto de visitantes turísticos (nacionales y extranjeros) como de visitantes corporativos por no tener plazas hoteleras.
El Tigre Hotel tendrá 260 plazas para paliar esa sensación. Las cifras son elocuentes: hoy sólo dispone de 80 plazas hoteleras, de las cuáles sólo la mitad son de categoría superior.
Se reconoce ambicioso desde su estética, es cierto, pero dicen ellos que no sólo buscan ser coherentes con la arquitectura de la zona, sino también con sus valores locales y su historia. Para quienes somos oriundos de Tigre, ésta es una invalorable oportunidad de revitalizar a la ciudad y de volver a estar orgullosos de un ícono hotelero local, que nunca debió estar ausente, resume Lafosse.
Consultado sobre las otras obras de la zona que suman al crecimiento de la localidad, destaca las de infraestructura realizadas y en actual ejecución en el partido (como el Camino de los Remeros que ayuda a descongestionar las arterias céntricas o el cuidado paisajístico de la ribera), así como los desarrollos residenciales y comerciales que se están llevando adelante en la zona de Rincón de Milberg y sobre el río Luján serán muy positivos para su desarrollo, considera y agrega: Creo, asimismo, que es el momento ideal para desarrollar un importante polo de edificios corporativos, ya que tanto para los habitantes del partido como para los de cualquier otra localidad, Tigre es un lugar ideal para trabajar, por su entorno, por sus accesos y por su cercanía con toda la Zona Norte y la ciudad de Buenos Aires.
Rescate emotivo
Emblema de la Belle Epoque, el antiguo Tigre Hotel será modelo de lo que vendrá en este emprendimiento. Construido en 1890 se destacó entre los más lujosos de América Latina por su morfología inglesa y francesa que recreaba sin p
Tanto sus amplias habitaciones como sus salones fueron suntuosamente ornamentados con roble de Eslavonia, boiseries, escaleras y columnas revestidas con mármol de Carrara especialmente importados desde Europa junto a los espejos, las arañas de bronce, los caireles, las alfombras, la cristalería, la mantelería y los muebles, cuentan los desarrollistas del Tigre Hotel actual.
Un patio andaluz, un jardín de invierno enfrentado al río y el diseño paisajístico, ¡cómo no!, con el sello de Carlos Thays dominaban sus exteriores. Mientras que, por dentro, todo remitía al estilo bon vivant de sus huéspedes: había un salón de billar, otro para fumar puros, una nutrida sala de lectura, cancha de tenis, cancha de crocket, una mini cancha de golf y hasta una pista de patinaje.
Durante décadas fue elegido por la elite porteña para veranear, especialmente desde 1927, año en que se abrió el Casino. Las regatas sobre el río Luján y los bailes de máscaras durante los carnavales eran clásicos así como las visitas de personalidades de la cultura y la política nacionales y extranjeras, completan. Basta con mencionar que aquí se hospedaron Anatole France, la infanta María Isabel Francisca de Asís y Borbón, Pedro Montt, Isadora Duncan, Enrico Caruso, el filósofo Keyserling, y el príncipe de Gales Eduardo de Windsor, entre muchos otros. Fue desmantelado en la década del 40, pero su espíritu quedó en el aire. Las nuevas generaciones vienen a su rescate, aunque en nuevo predio situado ahora sobre 3.800 m2 en el casco histórico de la ciudad, sobre el Paseo Costanero Lavalle Paseo Victoria.
Los servicios seguirán poniendo el acento en la buena vida: un restaurante de categoría internacional para 180 cubiertos; un SPA Fitness Center con sala de gimnasio, sauna y masajes; una piscina interior con bar y una exterior climatizada, además de business center y 650 m2 destinados a salones para eventos sociales y de negocios, con capacidad para 600 personas (recordemos que el público corporativo con estadas cortas en la zona es uno de los principales destinatarios del emprendimiento) formarán parte del exclusivo mundo del Tigre Hotel.
El sostén corporativo del proyecto se apoya en datos precisos: hay 650 empresas actualmente instaladas en el partido de Tigre, de las cuales el 87% recibe visitantes tanto del exterior como del interior del país, generando las empresas más grandes hasta 30 noches de producción mensual y las más pequeñas, entre 5 y 10 noches, aseguran los desarrolladores.
De acuerdo con cifras oficiales, el 98% de los visitantes corporativos se aloja mayoritariamente (91%) en hoteles de la ciudad de Buenos Aires y manifiestan su pesar por la distancia.
En marcha
El arquitecto Alejandro Hug ya está comenzando con las obras, previstas para iniciarse en este segundo semestre del año y con un plan de 18 meses de ejecución por delante.
También nacido y criado junto al río, y en el rol de desarrollador compartido con el de proyectista, dice que la inspiración salió netamente de la formalidad estética del antiguo ejemplar aunque también influyeron otros edificios emblemáticos de la ciudad. Nuestro desafío es mantener la armonía del edificio con la estética y construcciones del casco histórico. Estamos seguros que el nuevo Tigre Hotel será un claro referente de nuestra ciudad, comenta.
El edificio, de estilo ecléctico, tendrá un basamento y cuerpo principal de líneas neoclásicas y su cierre recuerda los remates de la arquitectura de época en el Tigre, explica. Será la fachada, sin duda, la mayor referencia a la formalidad exterior del antiguo hotel, así como también se hallarán las reminiscencias más claras desde la arquitectura de sus espacios comunes como el lobby y el restaurant. El resto será de un diseño más contemporáneo, en virtud de la funcionalidad que un cinco estrellas requiere para nuestros días, destaca Hug.
Respecto de la implantación y su juego para con el río y el resto de los edificios históricos de la zona, los desarrollistas definen al solar como algo único. Es una ubicación que, al mismo tiempo, es parte del centro administrativo y comercial de Tigre y, por otro lado, es el punto donde todos llega y desde donde todo sale de la ciudad. Aquí, llegan la autopista, el tren, los transportes que traen a todo el público que busca el río, los clubes, el puerto, el casino, las islas. Por otro lado, todo arranca aquí: la actividad turística, la de esparcimiento, lo institucional, lo corporativo, lo comercial, lo deportivo, la agenda cultural... Así, sin duda, es el lugar de encuentro y derivación por excelencia del Tigre, definen orgullosos.
Sol Harguinteguy
Para el Cronista
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